El sueño del desarrollador

Durante la semana pasada he leído algunos capítulos de El sueño del humanismo de Francisco Rico, como parte de las lecciones del curso on line (MOOC) El Humanista Digital dirigido por Juan Luis Fernández del cultureplex, Universidad de Western Ontario.

Dichos capítulos cuentan el nacimiento del humanismo en las ciudades italianas del s.XIV. Es un tema del que naturalmente no sabía, fuera de los tópicos del amor y descubrimiento de los clásicos. A pesar de ser un tema un tanto lejano, el libro está muy bien escrito y no es para nada árido. En ocasiones se hace duro por incluir largos párrafos en latín o italiano. A menudo cuentan con traducción en el comentario subsiguiente, pero en otras no. Y no he encontrado el motivo por el que unos textos están traducidos y otros no. Se le supone al estudiante de humanidades el conocimiento del latín, y el italiano no debería ser un problema para ningún lector culto del castellano (como dijo Cajal).

Me ha fascinado que la idea del nacionalismo fuera tan importante en el desarrollo de los ideales humanistas. Mientras se asentaba la lengua romance, el italiano, los humanistas estaban orgullosos de la lengua de sus antepasados. Y la retoman. De hecho se siente herederos de una tradición antigua, y ellos mismos crean una nueva tradición, los humanistas son una cadena de conocimiento a lo largo de la geografía y el tiempo.

Su amor a los clásicos, les hace inventar una nueva manera de vivir, la que les parece que debían haber seguido los hombres a los que admiraban. Pero, a mi modesto entendimiento, esa manera de vivir no era una emulación, si no una nueva construcción inspirada por el eco de la antigüedad. Pero fundamentalmente algo nuevo, un invento en lugar de un descubrimiento.

La siguiente idea que me seduce, es como a partir de su amor y estudio de las letras, de la gramática, les hace sentirse capaces de analizar y comprender cualquier otra disciplina.

Ahora, con una buena dosis de imaginación, veo a los desarrolladores de software modernos muy similares a estos padres del humanismo.

Por un lado tenemos nuestro propio nacionalismo. Tenemos nuestra gloriosa antigüedad. Es más cercana, pero nombramos con reverencia los nombres de Turing, Djikstra, Kernigham, ... Tenemos nuestra propia Meca, la costa del Pacífico americana, de Redmond a Palo Alto. Y una forma de vida, la de los genios de garaje. También unos ideales y valores, difundir y compartir el conocimiento, el software y las licencias libres, que han trascendido fuera del sector tecnológico, y la forma en que puede y debe ser adquirido dicho conocimiento: How to become a hacker de Eric S. Raymond, reglas sobre preguntas y respuestas adecuadas en stackoverflow, que no son más que un reflejo que se remonta a todo tipo de listas de correo, canales irc, etc. incluyendo como resumen la ya clásica respuesta rtfm.

En segundo lugar la gramática. Lo primero que descubre un estudiante de ciencias de la computación es lo importante que es la gramática. Las gramáticas, de hecho. Ya en el bachiller había intuido que el dominio de la gramática era fundamental para expresarse con exactitud. Y la programación trata sobre expresarse con exactitud. Al fin y al cabo los ordenadores no se diferencian mucho del genio de la lámpara, al cual tienes que dictar órdenes minuciosas para que tus deseos se vean cumplidos. En caso de error, el genio se las arregla para hacer cualquier otra cosa. Pues bien, en ese primer curso descubres la importancia de la gramática; pero también descubres la importancia de la semántica. De analizar cuidadosamente la realidad para crear modelos que la expresen con claridad. Tanto para el desarrollo de programas de ordenador, como de bases de datos, repositorios de reglas de conocimiento, etc. El ingeniero del software siempre está modelando la realidad. Y para ello se basa en el uso del lenguaje. Por un lado del lenguaje de programación escogido, pero por otro y aún en mayor medida del lenguaje natural. Escoger las palabras adecuadas para expresar una relación en una base de datos, la funcionalidad de una librería, o la descripción de un patrón de diseño es clave en esta profesión.

Por último, a menudo nos adentramos en diversos campos de conocimiento a lo largo de nuestra vida profesional, de las finanzas a las humanidades pasando por el medio ambiente. Y en todos estos dominios de conocimiento usamos las mismas herramientas lingüísticas y espistemológicas para modelar y resolver distintos problemas con nuestras máquinas. Aún es más, simplificamos y abstraemos dichos problemas hasta el punto que pueden compartir en gran medida una parte de las construcciones realizadas para resolver problemas distintos de ámbitos distintos.

Es cierto que en ocasiones también podemos ser escolasticistas, con todo nuestro lenguaje especializado. Pero no dejo de sentir cierta relación con estos humanistas modernos. en base especialmente, al uso de una metodología sistemática basada en la gramática y el lenguaje para resolver problemas en todos los ámbitos del conocimiento humano.

También es probable que peque de ambicioso en esta analogía, pero en caso contrario supongo que no compararía mi profesión, mi carrera con la de los humanistas.

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